Economía Circular en Janus: impronta global
que late en nuestro modelo local
Analizamos las relaciones sistémicas que subyacen a los conceptos que nos acompañan, aportando a la calidad informativa en los medios de comunicación.
—¿En la naturaleza existe el principio? ¿Dónde comienza un ciclo?
Inspirados en nuestros Cuatro Pilares Fundamentales, estas dos sencillas preguntas nos interpelan cotidianamente en todas y cada una de las actividades que realizamos en la granja biodinámica —impronta global que late en nuestro modelo local—, con el propósito de abastecer las mesas de nuestras Familias Asociadas con una Entrega Semanal —durante todo el año— compuesta por alimentos vitales y nutritivos, obtenidos gracias a la generosidad de la tierra y a la amorosa dedicación de las manos agricultoras que realizan las sucesivas tareas.
Las acciones se suceden en toda la cadena de valor alimentario hasta llegar a la mesa de los consumidores, desde la huerta, en la siembra, transplante, desmalezado, cosecha, selección y clasificación de los alimentos frescos, como así también en el sector elaborados donde se agrega valor preparando artesanalmente los productos elaborados, gran parte de ellos aprovechando y transformando los excedentes de producción fresca de la huerta, extendiendo el ciclo vital del alimento.
¿Podemos decir que somos conscientes de la dinámica cíclica de los procesos humanos y ambientales, de su circularidad progresiva que cabalga sobre los ritmos de la naturaleza y el cosmos?
A continuación transcribimos algunos párrafos de una extensa entrevista que compartimos, ¿Qué es la economía circular y cómo cuida del medio ambiente?, en la que Adriana Zacarías Farah, coordinadora regional de Eficiencia de Recursos y Consumo Sostenible de ONU Medio Ambiente, nos dice, por ejemplo:
“Básicamente, sería decir que tenemos que inspirarnos en la naturaleza en donde no existe el concepto de desperdicio. Todo lo que la naturaleza genera es un insumo o alimento para otro organismo. Pensemos en el bosque, las hojas de un árbol se convierten en abono para la tierra; un animal muerto, llega otro y lo come. Todo es un flujo cerrado en lo que todo fluye”.
“Lo que la economía circular nos dice es que es necesario cambiar la forma en la que actualmente producimos y consumimos, que está basada en una economía lineal de extracción-producción-consumo-desperdicio. Lo que queremos es pasar a una economía circular en la que tenemos que cerrar los ciclos de producción y mantener un flujo constante de recursos naturales”.
Impronta global que late en nuestro modelo local
En nuestro emprendimiento, cuya característica principal es la Producción Sustentable: un puente necesario entre Alimentación Saludable y Consumo Responsable, los principios básicos de la Economía Circular se manifiestan en los diferentes aspectos que, articulados, constituyen la realidad material que semanalmente compartimos con las Familias Asociadas mediante CSA: un modelo de intercambio entre productores y consumidores.
Uno de esos aspectos es la Agricultura Biodinámica —ya que se trata sin dudas de una de las fuentes de inspiración de lo que hoy conocemos como Economía Circular y expresa cabalmente la sabiduría de la naturaleza— y constituye los fundamentos productivos de nuestro modelo sustentable, una de cuyas herramientas significativas es el Compost Biodinámico: el corazón de la vitalidad nutritiva de nuestros alimentos.
Compostar para nutrir y vitalizar el suelo
Se trata de una técnica de producción de humus en la que se trabaja en grupo, superponiendo manualmente capa sobre capa sus diferentes componentes: material orgánico seco (chalas de choclo, alfalfa, cortes de pasto de toda la chacra, ramas, hojas), material orgánico verde y húmedo (alfalfa fresca recién cortada, restos de alimentos), cenizas, estiércol de vaca. Al final se introducen en el interior del compost los cinco preparados biodinámicos y se cierra con una cobertura de pasto seco y el sexto preparado. Al finalizar el proceso natural —de seis a ocho meses— dará como resultado el humus que utilizaremos para abonar la huerta, los cultivos y los frutales, vitalizando el suelo y nutriendo el espíritu.
La especialista citada más arriba también nos recuerda:
“Además, hay que trabajar la conciencia de nosotros como ciudadanos y cambiar nuestro chip y empezar a repensar nuestros patrones de consumo. Empezar a repensar si necesitamos comprar algo antes de repararlo, si no podemos hacer cosas por nosotros mismos, si no puedes reutilizar un producto antes de comprar uno nuevo y empezar a cambiar nuestros propios hábitos y movernos hacia estilos de vida más sostenibles”.
Ese cambio de comportamiento supone “pasar de ser consumidores a ser ciudadanos”, condición que se perdió, explica Zacarías “cuando comenzamos este esquema lineal en el que queremos el beneficio inmediato y desvincularnos de nuestra responsabilidad”, como puede ser la de llevar la botella usada al contenedor.
“Es ahí también donde vemos que el valor de un producto es el valor económico y no se incluye también el valor social y ambiental, es decir las externalidades negativas. Por ejemplo, los productos que contaminan desafortunadamente su precio, no lo refleja”.
Las 3: Reciclar, reducir, reutilizar
Otro de los aspectos sobre los que trabajamos a conciencia para que la circularidad se manifieste es en el sistema de envasado y empaque de los diferentes productos que componen la Entrega Semanal, otorgando mayor funcionalidad y cohesión estética en El ciclo virtuoso de llevar los alimentos de nuestra huerta a sus mesas.
Hace 15 años iniciamos nuestro modelo asociativo de provisión de alimentos a nuestras familias asociadas, cuando establecimos una estrategia sustentable para gestionar colaborativamente los recursos comunes, apelando a la responsabilidad de todos, cada quien en su rol, mediante la utilización de materiales nobles y reciclables. En nuestro caso utilizamos tela, arpillera y vidrio, fomentando mediante frecuentes campañas de concientización el compromiso de los participantes para devolver los envases vacíos al momento de retirar cada nueva entrega de los puntos de distribución establecidos en cada localidad. Por otro lado, minimizamos todo lo posible el uso de materiales plásticos, utilizando lo estrictamente necesario.
Un sistema de gestión integral de residuos eficiente
Cerrando nuestro propio círculo sustentable venimos sosteniendo, también desde los inicios de JANUS Proyecto Rural Integrador y como parte de nuestro enfoque, un sistema de gestión integral de residuos que atiende a las particularidades del modelo de producción e intercambio que proponemos. Por un lado, los restos orgánicos que han finalizado su ciclo van a formar parte de los diferentes composts que se preparan durante todo el año; por otro lado, para los residuos restantes disponemos de una serie de contenedores con bolsas distribuidos en sectores estratégicos, lo que nos permite una gestión ordenada y eficiente según sus características, tipos y materiales.
Ofrecemos estas noticias seleccionadas y puestas en contexto como continuidad de la tarea informativa que nos hemos propuesto, basada en nuestros Cuatro Pilares Fundamentales, según los cuales la comunicación integrada constituye una dimensión necesaria que nos permite articular con coherencia el decir y el hacer, con el propósito claro de producir alimentos vitales y nutritivos. Los invitamos a compartir, participar, comprometerse y disfrutar de nuestra Experiencia Biodinámica completando nuestro Formulario de Contacto.
¡Gracias por elegir formar parte de la gran familia Janus!